Mónica irradia energía y alegría. A sus 72 años la alumna de Pilates y Yoga, mantiene vivo su entusiasmo por realizar actividad física.
“Durante mi vida el deporte ha sido fundamental, desde muy niña mis mejores notas siempre fueron en Educación Física. Laboralmente trabajé 40 años en la Universidad de Chile, en el Instituto de Nutrición y Tecnología y nunca dejé de lado hacer deporte, de hecho cuando terminaba mi jornada, me iba rápidamente a la piscina de la Universidad. Ahora con el paso de los años y ya jubilada, buscaba algo cerca de casa y la iniciativa de la Corporación del Deporte, me vino como anillo al dedo, ya que vivo a una cuadra del estadio, que es donde asisto a clases y eso es una felicidad enorme”.
Mónica agradece que iniciativas como esta sean gratuitas y más aún, valora el cariño y respeto que se le entrega a los adulto mayores.
“Siempre desde la corporación y la municipalidad, se preocupan de ofrecer cosas buenas para la comunidad. Nos entregan oportunidades que nos llenan de alegría y momentos para pasarlo bien que son inolvidables”.
Las clases generan vínculos que incentivan a seguir adelante.
“La profesora Vicky es excelente, la seguiría donde fuese, es muy preocupada de nosotras. Nos sentimos queridas. En el grupo hemos generado lazos muy bellos. Esto me motiva mucho a seguir porque el deporte es mi vía de escape. Por la linda experiencia que vivo en el taller, invito a que otros adultos mayores participen de estas iniciativas, porque les ayuda a sentirse bien, ejercitar su cuerpo, su mente y la posibilidad de estar y conectar con más gente.
En las clases descubrimos que tenemos muchas cosas en común y eso nos hace bien para el alma. Como abuela cumplí mi legado de motivar a mis nietos a realizar actividad física. A todos les gusta y practican diferentes disciplinas deportivas. Gracias a la Corporación del Deporte puedo seguir siendo un ejemplo para ellos”.
